jueves, 2 de junio de 2011

EN GUAYAQUIL Y BOGOTÁ


EN GUAYAQUIL

Es hora de buscar un hotel céntrico y económico…. ENMANUEL  fue la solución, a tan solo  una cuadra de la céntrica avenida principal 9 de octubre.... por ahí encuentras de todo.

Guayaquil es una ciudad que merece ser probada y conocida así que no la defraudé y salí a almorzar y a pasear por algunos rincones cercanos al centro de la ciudad y por el camino me encontré con la universidad de Guayaquil.

Las sensaciones son indescriptibles, muchas emociones de conocer algo de una ciudad que siempre estuvo en mi mente y nunca decidía conocerla, siempre postergada como si la inmensidad del río Guayas me detuviera…

Caso aparte fue la confusión en utilizar los centavos de dólar y el sistema de Bus que no difiere mucho de nuestro caótico transporte peruano…felizmente los latinos somos amables y te orientan si tienes dudas como las que tuve para ubicar un lugar para comprar algún dulce típico de Ecuador y gracias a ello caminé mucho por otros sectores de la ciudad y encontré un lugar adecuado para cenar…

Entre la búsqueda de los dulces y el arreglo de mi equipaje me dieron las 11 pm,  así que es hora de descansar, mi vuelo sale a las 6.10 am……
llego a las 3.30 am a un hermoso aeropuerto llamado José Joaquín de Olmedo y para mi sorpresa encuentro una gran cola esperando…. y como consuelo, ya no debo preocuparme de recoger mi equipaje en Bogotá porque la empresa se encarga de enviarla a la siguiente conexión..finalmente abordé el avión....Prepárate que voy a tu encuentro...... Bogotá.

En el Pórtico de Oro-Guayaquil a orillas del Guayas

En el malecón Universitario de la Universidad de Guayaquil

En el malecón El Salado-Guayaquil


EN BOGOTÁ

El viaje fue rápido y tranquilo, así que contaba con 9 horas para conocer Bogotá y no desperdicié ni un minuto  y ahora la historia de la moneda se repitió porque los pesos colombianos son otra historia por ello me dirigí al museo de la moneda, en el camino aprecié una ciudad con mucho movimiento comercial y un tráfico (mejor ordenado que Guayaqil), y a diferencia de la plaza Simón Bolívar que con sus innumerables palomas dan una sensación de unidad y complicidad en el reino animal (humanos y aves).
Bogotá como todas las capitales del mundo concentra mucha población y su sistema de seguridad brinda una atención con muchos policías y de esta manera la ciudad y los lugares turísticos dan seguridad y confianza a los turistas aunque no cuentan con mucha información para el turista.
Lo que también pude observar es el fervor del pueblo de Bogotá puesto que a sus iglesias asisten muchos pobladores que ante los impresionantes altares y antiguas pinturas expresan su culto y alabanzas a Dios, a la virgen a todos los santos que son custodiados para que no sean fotografiados.
Algo que llamó mi atención fueron los indigentes que estaban camino a la plaza Simón Bolívar, que contrasta con el bienestar comercial de Bogotá pero ratifica que existe una gran brecha entre el bienestar económico y la inclusión social.
Punto aparte es que Bogotá también debía ser probada, así que una marqueza de guanábana y unos chocolates de café cumplieron su objetivo además de una sopa de pastas, un pollo con granos con algo parecido al zapallo y una empanada con relleno de carne molida y arroz sancohado fueron suficientes en el almuerzo.
El tiempo ha pasado rápidamente y debo volver al Dorado que está a 45 minutos en la línea calle 26 (aeropuerto), así que regreso con tiempo para chequear y nuevamente termino al final de la cola.
El avión demoró en llegar de Madrid, así que tocó esperar sentado en el avión hasta que finalmente a las 6.40 pm despegamos rumbo a Madrid, que espera preparada porque ya estoy en camino...
Centro Cultural Gabriel García Márquez-Bogotá 

Museo de la moneda

Plaza Simón Bolívar

Universidad  La Salle

Catedral San Francisco de Bogotá










No hay comentarios:

Publicar un comentario